MARCHANDO UNA DE CONFESIONES...

sábado, 12 de diciembre de 2009


Hoy me siento más animada (y algo más fuerte) estaba agotada por el mes de trabajo que he pasado. Si a eso le añadimos un curso de 5 horas los sábados por la mañana -y las horas de estudio que necesito por otro lado para que el curso me sirva de algo-, la casa, la compra, la plancha etc... no es de extrañar que necesitara un descanso.
Hoy no ha habido curso, la profesora está de baja, de manera que puedo tomarme este fin de semana con más relax =)
La verdad es que desde que me he independizado estoy muy agusto. Y estoy creciendo mucho como persona, es de las mejores decisiones (si no la mejor) que he tomado. No es que no estuviera agusto con mis padres, que son dos trozos de pan y les quiero un montón, pero llevaba años necesitando un cambio como este en mi vida. Estaba apalancada en el tiempo y por fin estoy madurando.
Además lo estoy disfrutando mucho, me encanta vivir con mi pareja. Es como vivir con tu mejor amigo, incluso con más ventajas. Juanjo es lo mejor que me ha pasado. De hecho a veces tengo miedo de que un día deje de estar ahí, porque sé que me costaría mucho vivir sin él. Me he acostumbrado a contarle todo lo que me pasa, a nuestras risas diarias, a la seguridad que me dan sus abrazos cuando me siento mal, a lo bonito que es compartir las alegrías, a verle dormido, a oírle cantar, a compartir todo tipo de momentos, a aprender de él y de nosotros.
Sé que él no cree en el amor eterno (por experiencias personales que no vienen al caso y que no voy a contar porque forman parte de su intimidad) y a veces, sin querer, me transmite esa idea... de ahí mi miedo -que aparece y desaparece según el día- a perderle, a que se desvanezca y todo quede en recuerdos borrosos.
La sensatez me dice que me olvide del impredecible futuro y que viva, disfrute y desmigue el presente. Eso intento... pero necesito más práctica jeje, espero conseguirlo con facilidad algún día ya que aún a veces cuesta.
Y es que ser adulto es bonito, pero duro. Creo que el momento en el que de verdad te conviertes en adulto (o por lo menos en mi caso ha sido así) es cuando te das cuenta de que realmente estás solo en la vida. No me interpretéis mal: siempre habrá gente que te quiera y a quien quieras; la familia por ejemplo, siempre estará ahí.... Me refiero a que nadie puede vivir por ti, ni tomar las decisiones por ti, ni aprender por ti. Me refiero a que esas personas que están en tu círculo y que son tan importantes en tu vida pueden faltar en algún momento (porque dejen este mundo o porque simplemente te dejen a ti, esas cosas pasan). El día que de verdad fui consciente de mi adultez (y no hace mucho de eso) fue el día que descubrí que la única compañía con la que cuento incondicionalmente durante toda mi vida, soy yo misma.
Al principio esta idea da vértigo, siempre ha habido alguien que te sacara las castañas del fuego, un "plan B". Ahora te das cuenta de que tu bienestar depende de ti: de tu propio esfuerzo, de que te cuides, de que no te dejes arrastrar por las cosas que no te convienen o que te hacen daño. Y aunque a veces echo de menos esa mano protectora que que todo lo solucionaba cuando se torcía, creo que ser por fin dueño de tu vida te enriquece infinitamente.

3 comentarios:

Mafalda dijo...

Una pregunta, ¿alguien sabe qué hay que hacer para que haya más espacio entre párrafo y párrafo? por más que le doy al "enter" al escribir, luego aparece todo seguido y queda bastante agobiante jaja.
Un besote

Irreverens dijo...

Sin duda alguna, peque.

Ser adulto acaba creando adicción. Te vuelve mucho más consciente de todo, pero en su justa medida. Y lo cierto es que una ya no desea volver atrás en el tiempo.
:)
Sumar experiencias es, a mi modo de ver, lo mejor que nos puede pasar en la vida.

Y lo de los párrafos, ni idea. A mí me aparecen más separados cuando inserto fotos.

Mafalda dijo...

Eso es cierto, ya no se desea volver atrás... con lo bien que sienta hacer lo que se quiere, como y cuando se quiere =)

 
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