Suena el despertador... 'pi-pi-piiip pi-pi,piiiip'. ¡No me lo puedo "decreer"! Claro, tengo tan mal acostumbrada a la pobre máquina que ya da por hecho que tiene que sonar todos los santos días (lo de santos por aquello que hoy es domingo, día del señor).
Hago un amago inútil de abrir los ojos, de manera que tengo que pasar a un plan B: manosear a tientas la mesilla, hasta dar con el ruidoso aparato y desconectar completamente la alarma, con el fin de que no suene a los 10 minutos de nuevo. No creáis que esta es una misión fácil, a oscuras, con la mano más dormida que yo misma y procurando ser rápida. De repente me doy cuenta de que lo que suena no es el despertador, mejor dicho, MI despertador. Es el de... llamémosle "Mr. X", que igual no se quiere dar a la fama y no soy quien para impedirlo...
Ahora mi pobre neurona dormida empieza a estirarse a procesar información: ¡estamos en Navidades! época en la que se predica amor pero se practica consumismo. El pobre Mr. X tiene que trabajar... es lo que tiene ser una de las personas que provee a las masas hambrientas de compras compulsivas, de presas que llevarse a casas envueltas con lacitos.
Y la verdad... es que si la Navidad se viera desde el punto de vista de la gente que trabaja en distribución, se vería como una "mili Express": Un no parar desde que uno se levanta al cantar la corneta hasta que se acuesta según sale del trabajo para volver a empezar al día siguiente. Descansando únicamente una tarde a la semana. Apenas hay tiempo para comer algo. Todo el tiempo cargando y descargando, subiendo y bajando cosas. Soportando a todo tipo de temperaturas y a todo tipo de clientes cada uno con una misión imposible que cumplir... "oiga, quiero unos guantes de boxeo con los que se pueda nadar, porque a mi nieto le gusta mucho nadar, y que haga soniditos de animales, que resulta que los está aprendiendo en el colegio..." dan ganas de decirle "Pero vamos a ver señora, lo primero ¿realmente odia tanto a su nieto como para regalarle algo así? lo segundo ¡¡de donde #%$$%"! quiere que saque algo como eso?"
Y es que se tendría que cambiar lo de 'Milagritos a Lourdes' por 'Milagritos a las tiendas en Navidad'.
A lo que iba -que como siempre me voy por las ramas- esta mañana, el pobre Mr.X se ha ido a las 8 y pico de la mañana del domingo a enfrentarse a las frías temperaturas de la calle (él solito, qué valiente es mi niño) y dirigirse a su puesto con la pinturas de guerra en la cara. Volverá a comer a las 16h para volver a irse hasta que cierren... De manera que yo, esta mañana, saqué mi pañuelo blanco para despedirme y desearle suerte en esta Navidad de los cojones -digo, con polvorones- que está volviendo completamente loca a la sociedad y está perdiendo la verdadera razón de su existencia para pasar a ser un movimiento económico en toda regla.
PD: Encima, los méritos de todo este trabajo se los llevan los Reyes Magos... malditos farsantes :-p